La escarola, originaria del Mediterráneo, es una variedad de achicoria muy valorada en la cocina por su textura crujiente y sabor ligeramente amargo. Sus hojas rizadas y robustas son excelentes en ensaladas, especialmente cuando se combinan con aderezos dulces que equilibran su amargor natural. Además, la escarola puede ser cocinada y añadida a sopas y guisos, proporcionando un rico sabor y añadiendo nutrientes como vitaminas A y K, fibra y antioxidantes, que apoyan la salud ocular y ayudan en la prevención de enfermedades.