Los productos Bio son aquellos que, siendo claros y concisos, no utilizan productos químicos ni otros derivados en los procesos de cultivo ni en su posterior manufacturación. Pero cuidado, hay algunos «vacíos» que permiten poner la clasificación «Bio» sin demasiado control, ya que según la normativa europea, se considera Bio si mantiene en un 95% estas cualidades.
Los considerados 100% libres de cualquier sustancia que pueda poner en amenaza nuestra conciencia healthy son aquellos etiquetados como “ecológicos”, por supuesto siempre y cuando veas en el empaque o etiqueta el logo correspondiente con la acreditación europea o española que nos confirma que ha sido etiquetada bajo estos cánones.
A los consumidores nos preocupa mucho la salud y el bienestar, y sobre todo, estar bien informados de todo aquello que adquirimos y consumimos. Gracias a ello, el auge de la producción Bio está siendo una realidad: según los últimos datos, en España se destinaron 1.686 millones de € en esta línea de productos, siendo un total del 1,69% del mercado total de alimentación. ¿Te parece poco porcentaje? Pues ahí va otro dato: España es el primer país europeo con más plantaciones Eco, así que sí, también somos la huerta Bio de Europa, y el quinto a nivel mundial.
La venta de productos Bio tiene sus contras:
- Hay poca exposición de sus beneficios, como por ejemplo que son nutricionalmente mejores que cualquier otro que lleve un mínimo de productos o que haya sido creado de forma artificial.
- Desinformación sobre la trazabilidad de los productos: se debe explicar qué es, qué procesos pasa y qué valor ecológico tienen.
- Unos precios ligeramente elevados en relación a aquellas frutas y verduras que no pasan por tratamientos ecológicos.
Pero veamos el porqué de este último punto.
Producto -Bio-, ok, precio -lógico-, no tan ok.
Es una realidad que el precio de los productos Bio es más elevado que las frutas y verduras de consumo tradicional, lo que se debe a varios factores:
- Su valor añadido, que es la calidad que poseen si los comparamos con los transgénicos.
- Las mermas que se generan en los cultivos, ya que si queremos un producto libre de sustancias, los agricultores se enfrentan a plagas o contratiempos durante el cultivo que hacen perder mayores cantidades del producto, con lo que tienen que añadir esas pérdidas en el producto final.
- Los sellos de calidad que certifican que estos productos.
Hay un par de cosas que no podemos negar: que el sabor es mucho más intenso y que el producto siempre será de temporada, ya que no puedes mantenerlo mucho tiempo con frescura sin usar químicos con los que contribuimos a comprar productos de nuestra tierra, lo local también está de moda.
El producto ecológico es un producto de mucho valor, que lucha por la sostenibilidad y el respeto al entorno; pero aún es necesaria una buena comunicación que resalte sus cualidades para promover la demanda, y así tener suficiente información para comparar y adquirirlos. En este escenario, es muy relevante el papel de las cadenas de distribución, y sobre todo, la aplicación del trademarketing y el merchandising.
Según Eugenio Morales, Director de Socomo de Grupo Carrefour, se debe llevar a cabo un desarrollo de surtido amplio para que el consumidor pueda satisfacer sus necesidades fácilmente y tenga posibilidad de elección, que en el punto de venta tengamos secciones grandes y agradables que nos motiven a su compra, e informar sobre de dónde viene, lo que se va a consumir y como nos afecta a nosotros y al medioambiente.
Desde Verde Levante apoyamos la confección de las frutas y verduras Bio, en las que trabajamos al detalle para que lleguen al consumidor final en el mejor modo posible, beneficiando al entorno,a nuestros agricultores y a las familias. Si quieres saber más sobre nuestros productos bio no dudes en consultarnos.
Esperamos que os haya servido de ayuda y que en vuestras próximas compras sepais un poquito mejor como diferenciar lo Bio de lo no tan Bio.
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